Guadalajara, Jalisco (30/11/2014).- La ciencia debe salir al
espacio público y discutirse entre la población, coincidieron los profesores del Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Carlos Enrique
Orozco y Eduardo Quijano, durante la presentación del libro “De la Academia al
Espacio Público. Comunicar Ciencia en México” (Editorial ITESO, 2012).
Orozco, en calidad de coordinador de la obra, detalló que se
divide en tres partes: la primera despliega dos ensayos que abordan las
políticas de comunicación pública de la ciencia (CPC) en México y la
profesionalización de la CPC; después hay siete resúmenes de tesis de egresados
de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO, y
finalmente se exponen tres experiencias sobre espacios para comunicar ciencia,
como el Café Scientifique de la universidad jesuita, que tiene 10 años de vida.
En el stand del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt), al interior de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara,
Carlos Enrique dijo que el interés es que, a través de la comunicación y del
libro, se establezca un puente entre científicos y sociedad.
Citó a Sagan, para expresar que la ciencia se debe hablar en
espacios informales como puede ser una cantina, pues, de no ser así, se
convierte en patrimonio de científicos.
Por su parte, Eduardo Quijano subrayó la importancia de que “la
ciencia se recupere como un espacio social fundamental para el país”; uno desde
el que se planteen soluciones a las problemáticas, desde el conocimiento.
Apuntó que el libro refleja la necesidad de investigaciones
rigurosas, de visibilizar problemáticas y a sus actores; se basa en la
concepción de comunicación como producción social de sentido.
El coordinador de la Maestría en Comunicación de la Ciencia
y la Cultura explicó que “De la Academia al Espacio Público” es un documento con
el que se va más allá del aula, al retomar las tesis de egresados del posgrado
y regresar conocimiento a la sociedad.
Orozco y Quijano revelaron que se plantea un segundo tomo de
libro y agradecieron al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y a la FIL el
espacio para dar a conocer el primero.
La presentación de la obra también coordinada por la doctora
Susana Herrera Lima fue parte de las actividades de “¡La FIL también es ciencia!”, que impulsa el Conacyt.
