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Las 00:00 horas y los cinturones de seguridad no ciñen más la
cintura de los pasajeros. Algunos se levantan para abrazarse entre sí, otros
más chocan sus vasos con jugo o vino, y luego se toman fotografías; en tanto,
las azafatas salen a los pasillos del avión con antifaces y serpentina en mano,
aplauden.
En uno de los asientos, Loreli Padilla brinda al aire con
vino blanco y sorbe del vaso. Después piensa lo que quiere para el siguiente año
y lo escribe.
Ahí está la cincuentena de personas, festejando como pocos
en el orbe la transición del 31 de diciembre de 2012 al 1 de enero de 2013: en
el cielo. Vuelan a Santiago de Chile.
Loreli reflexiona que termina 2012 e inicia 2013 haciendo lo que anhela para
el resto del año: viajar. Esta vez se traslada a Sudamérica para visitar a su
amiga Mariana. No tenía en mente pasar el Año Nuevo en un avión, pero era la
opción que se ajustaba más para aprovechar al máximo el tiempo de vacaciones y
estirar los ahorros con un vuelo barato.
Faltar a la celebración en casa le pesaba; no obstante, se
imaginó brindando entre desconocidos, como lo hizo, y terminó por
animarse.
El festejo para Loreli no dura mucho: En otras latitudes del
mundo, los jóvenes van saliendo del bar o las familias siguen el jolgorio, pero
a ella le quedan horas vuelo y el cansancio hace de las suyas. Lo pasó sin sus consanguíneos
y amigos, pero al menos evidenció el momento que generaba expectación en el globo terrestre,
las 00:00 horas.
Fotogalería de El País: Bienvenida al 2013 en el mundo.
Qué bonita manera de comenzar el año, ojalá que lo termine igual.
ResponderEliminarAsí es. Amén. Me dan unas ganas de viajar...
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