Dejar ir a los que amamos, 'emprender el vuelo' con valentía, cumplir promesas, ser solidarios y empáticos entre seres vivos, son aprendizajes de vida que reúne una misma obra: "Zorbas, el poder de las promesas".
Aparte de disfrutar la historia, fue emotivo presenciar que el domingo 5 de julio, los actores Daniela Casillas, Jesús Hernández y Mario Montaño develaran una placa conmemorativa por 80 representaciones; ésto, en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, en la Ciudad de México.
Quizá algún lector vio en Guadalajara la obra dirigida por Ionathan Ruiz, y que forma parte de los montajes de la compañía de títeres originaria de la capital de Jalisco y fundada en 2000, "El Tlakuache", pues tuvo temporadas en el Estudio Diana, el Teatro Experimental y el Teatro Guadalajara del IMSS.
"Zorbas, el poder de las promesas" es protagonizada por un gato que promete a una moribunda gaviota, a petición expresa de ésta, no comer el huevo que recién se desprende de su cuerpo con el último aliento, cuidar a la cría que nazca y enseñarle a volar.
La pieza teatral es una adaptación libre del libro “Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar”, del escritor chileno Luis Sepúlveda, y se alimenta en escena con luz, sonido, y utilería.
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