Ha pasado ya una semana y aunque ha sido mi intención escribir sobre la experiencia de cubrir un evento tan placentero y trascendente como la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, aún no he logrado mi cometido. Escribiría sobre la Feria porque le veo como un parteaguas en mi vida profesional, o espero que así lo sea, y bueno, también porque tiene implicaciones sobre la personal.
Descubrí con agrado que una querida amiga, quien también cubrió 'la fiesta del libro', publicó en su blog algunas notas y apuntes redactados en el transcurso de la Feria. Me pareció interesante y lamenté que no se me haya ocurrido lo mismo. Había mucho qué decir, estaba muy emocionada, pero ahora igual intentaré rescatar aquel material, a ver qué.
Una anécdota. Resulta que en un intento desesperado por acreditarme como prensa, a falta de oficio que me certificara como tal, me califiqué como 'bloguera', pero al preguntarme por el título de mi blog, no pude más que agachar la cabeza y rendirme ante la para mí difícil empresa de conseguir un gafete que te diera unos cuantos privilegios, y eso porque áun ahora el nombre del mismo se me olvida, no le tengo muy presente. Lo cambiaré. También habrá reformas de distinta índole en los próximos días.
En fin. El cometido que ahora tengo es alimentar este sitio de manera continua, aunque en el intento no quisiera subir cotenidos por mero automatismo u obligación, que me fastidia eso. Já, puedo decir que en ocasiones los textos se ceñirán a satisfacer mi a veces convulsa necesidad de escribir, y, hasta puede, de que me lean. (Lo último no es muy posible, que sólo una persona sabe de la existencia de este espacio. Ya se dará el momento de compartirlo)
¡¡'Chale'!! También habrá veces, como ésta, en las que por la premura de hacer cualquier otra cosa-que ahora mismo salgo a un concierto- cerraré mis escritos con unas ganas de continuarlos, que bueno... A continuación, una de las notas que redacté el primer día de la Feria. Una especial, no porque me gustara cómo la escribí y tal, si no por el evento mismo, por el cariño a la protagonista de la nota. Un beso grande donde quiera que esté... ¡A por la reestructura de éste, mi querido, presente y futuro, espacio de liberación de ideas! El puerto donde desembarcarán mis escritos más 'fríos' y hasta puede que los más personales...¡Salud!
Empatía, la clave para un mundo mejor: Rosa Montero
Un libro que no intenta dar instrucciones para salvar el mundo, como podría creerse al leer el título del mismo, si no que busca transmitir el mensaje de salvar el pequeño mundo de cada uno. Así se ha referido la escritora y periodista española Rosa Montero al hablar sobre su onceava novela “Instrucciones para salvar el mundo”.
Durante la presentación del mismo en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la también autora de “Historia del Rey Transparente” y “La loca de la casa” cuenta que la novela surgió de un “huevecillo”, un disparador, como lo fue un momento de intimidad que tuvo a bordo de un taxi que la llevara a casa. El taxista, tras tener un revés con otro automóvil, le afirmó que el conductor podría ir alcoholizado, y que él sabía cómo era eso, puesto que tras la muerte de su esposa, a causa de cáncer, había consumido durante meses mucho alcohol. Es así como nace uno de los cuatro personajes de esta novela, Matías.
Montero ha calificado a su libro como uno “especialmente de supervivientes”. Cuenta la historia caótica de cuatro personajes que pese a todo, salen adelante. “Yo es que creo en la capacidad de elección del ser humano, que también somos juguetes del azar, nada de lo que nos pasa lo controlamos. Lo que sí controlamos es la manera de actuar frente a lo que nos sucede”, asegura.
Ha dicho también que la novela refleja el mundo caótico al que nos enfrentamos, uno en el que se está cegado por el horror, pero que ahora ella, con los años, ya ve las cosas distintas. Empatía con los otros es la clave para hacer del mundo, ya sea el de cada uno o el de todos, un lugar mejor.
Adelantó que con la novela que ahora mismo escribe incursionará en la producción de una serie narrativa.
Descubrí con agrado que una querida amiga, quien también cubrió 'la fiesta del libro', publicó en su blog algunas notas y apuntes redactados en el transcurso de la Feria. Me pareció interesante y lamenté que no se me haya ocurrido lo mismo. Había mucho qué decir, estaba muy emocionada, pero ahora igual intentaré rescatar aquel material, a ver qué.
Una anécdota. Resulta que en un intento desesperado por acreditarme como prensa, a falta de oficio que me certificara como tal, me califiqué como 'bloguera', pero al preguntarme por el título de mi blog, no pude más que agachar la cabeza y rendirme ante la para mí difícil empresa de conseguir un gafete que te diera unos cuantos privilegios, y eso porque áun ahora el nombre del mismo se me olvida, no le tengo muy presente. Lo cambiaré. También habrá reformas de distinta índole en los próximos días.
En fin. El cometido que ahora tengo es alimentar este sitio de manera continua, aunque en el intento no quisiera subir cotenidos por mero automatismo u obligación, que me fastidia eso. Já, puedo decir que en ocasiones los textos se ceñirán a satisfacer mi a veces convulsa necesidad de escribir, y, hasta puede, de que me lean. (Lo último no es muy posible, que sólo una persona sabe de la existencia de este espacio. Ya se dará el momento de compartirlo)
¡¡'Chale'!! También habrá veces, como ésta, en las que por la premura de hacer cualquier otra cosa-que ahora mismo salgo a un concierto- cerraré mis escritos con unas ganas de continuarlos, que bueno... A continuación, una de las notas que redacté el primer día de la Feria. Una especial, no porque me gustara cómo la escribí y tal, si no por el evento mismo, por el cariño a la protagonista de la nota. Un beso grande donde quiera que esté... ¡A por la reestructura de éste, mi querido, presente y futuro, espacio de liberación de ideas! El puerto donde desembarcarán mis escritos más 'fríos' y hasta puede que los más personales...¡Salud!
Empatía, la clave para un mundo mejor: Rosa Montero
Un libro que no intenta dar instrucciones para salvar el mundo, como podría creerse al leer el título del mismo, si no que busca transmitir el mensaje de salvar el pequeño mundo de cada uno. Así se ha referido la escritora y periodista española Rosa Montero al hablar sobre su onceava novela “Instrucciones para salvar el mundo”.
Durante la presentación del mismo en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la también autora de “Historia del Rey Transparente” y “La loca de la casa” cuenta que la novela surgió de un “huevecillo”, un disparador, como lo fue un momento de intimidad que tuvo a bordo de un taxi que la llevara a casa. El taxista, tras tener un revés con otro automóvil, le afirmó que el conductor podría ir alcoholizado, y que él sabía cómo era eso, puesto que tras la muerte de su esposa, a causa de cáncer, había consumido durante meses mucho alcohol. Es así como nace uno de los cuatro personajes de esta novela, Matías.
Montero ha calificado a su libro como uno “especialmente de supervivientes”. Cuenta la historia caótica de cuatro personajes que pese a todo, salen adelante. “Yo es que creo en la capacidad de elección del ser humano, que también somos juguetes del azar, nada de lo que nos pasa lo controlamos. Lo que sí controlamos es la manera de actuar frente a lo que nos sucede”, asegura.
Ha dicho también que la novela refleja el mundo caótico al que nos enfrentamos, uno en el que se está cegado por el horror, pero que ahora ella, con los años, ya ve las cosas distintas. Empatía con los otros es la clave para hacer del mundo, ya sea el de cada uno o el de todos, un lugar mejor.
Adelantó que con la novela que ahora mismo escribe incursionará en la producción de una serie narrativa.
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